Estimando que el 47% de los españoles adquirió algún producto de segunda mano a lo largo de 2021, este mercado es también de gran interés para las empresas. Atrayendo la atención de, sobre todo, startups y emprendedores, una opción sostenible y asequible con la que, por ejemplo, reunir mobiliario para oficina. Con asesoría profesional, criterio y atención al detalle, una solución provechosa para ahorrar dinero y ganar funcionalidad.

Un mercado al alza en España

Comprar un producto de segunda mano no contribuye únicamente a alargar la vida de dicho artículo a la par que ahorrar dinero. Más allá de ello, apostar por esta otra opción de compra es también un acto de provecho y sostenibilidad. Con ello, evitamos que un producto en perfecto estado acabe en la basura, así como contribuimos a reducir la fabricación de más modelos al haber adquirido uno ya preexistente. Además, se trata de un modo de compra al alza, en el que entran en juego empresas que deciden vestir las oficinas con mobiliario de segunda mano. Una actividad que tanto puede reducir costes como conseguir una estética única en el espacio de trabajo.

Asimismo, la compraventa de objetos usados en nuestro país es ya una seña clara de nuestra idiosincrasia. Sin ir más lejos, la venta de artículos de segunda mano creció un 45% durante la pandemia, en el año 2020, moviendo hasta 29 millones de euros. Si bien la música y la literatura coparon el 34% del total, un 10% de las compras lo constituye el mobiliario. Razón por la que dejarse aconsejar con unos pocos criterios mediante los que adquirir muebles oficina segunda mano no es una idea descabellada. Más aún, existiendo plataformas de compraventa donde expertos preparan y validan la calidad del producto de segunda mano antes de sacarlo a este mercado.

¿Por qué adquirir muebles de oficina de segunda mano?

Una de las principales razones por las que una empresa o un particular decide apostar por este mercado es el ahorro. Básicamente, esta opción nos permite adquirir algo casi nuevo por un precio más asequible. En ese sentido, este mercado posee un enorme registro de tipologías, encontrando tanto objetos descartados por falta de uso —dado que su usuario ya no les da utilidad o no encajan en su proyecto o idea— o incluso por presentar insignificantes taras en su apariencia —pequeñas muescas, rasgaduras o zonas donde ha saltado la pintura. En este último punto, a sabiendas de que el coste de una posible restauración será menor al que pagaremos por el producto nuevo.

A pesar de que uno de los puntos en contra, en caso de acceder a este mercado para abastecer una oficina de su pertinente zona de trabajo, es la posibilidad de no encontrar todo un mobiliario a juego, esto nos permite otras opciones. Si, por ejemplo, son diez las mesas que necesitamos, pero sólo hallamos dos del modelo que más nos atrae, una opción es la de optar por la diversidad estética en la oficina. Evitando un caos estético, existiendo la posibilidad de ubicar y escoger los muebles según sección de la oficina. Sin duda, una decisión que cargará nuestra oficina de variedad y frescura, lejos de la monotonía del ejército de muebles homogéneos que endurecen la atmósfera laboral.

Dos premisas: espacio y funcionalidad

Sea cual sea la apariencia del mobiliario de oficina segunda mano por el que nos decantemos, existen al menos un par de criterios a tener en cuenta antes de dar paso a su adquisición. Por una parte, es preciso distribuir debidamente el espacio donde emplazaremos los muebles. Como espacio, no sólo cabe atender al área física en la que el mueble encontrará ubicación, sino también en su utilidad respecto al puesto de trabajo a desarrollar en dicho espacio. Aconsejando siempre recurrir a plataformas de compraventa de artículos de segunda mano, así como dejarse asesorar por un buen comercial, siendo de vital importancia para adquirir cuanto de verdad necesitamos.

En este punto, cabe recalcar la necesidad de siempre recurrir a un intermediario en la compraventa profesional de artículos de segunda mano. Esto no sólo evitará que, por desgracia, adquiramos un producto de mala calidad. Sino que, además, nos permitirá adquirir productos reacondicionados para asegurar su correcto funcionamiento. Por lo general, lo último que quiere el vendedor es que el producto luzca deteriorado o viejo. Sin embargo, siempre debemos examinar detalladamente el mueble a adquirir, a fin de airear cualquier sospecha sobre su estado. Finalmente, tener también la comodidad como requisito indispensable para que contribuya a la productividad en la oficina.

Un recurso ideal para startups y emprendedores

Como se ha mencionado, la compraventa de artículos de segunda mano en nuestro país es un mercado al alza, estimando que un 47% de los españoles ha adquirido algún producto de segunda mano a lo largo de 2021. Aunque el porcentaje concentre sobre todo particulares, también existen muchas empresas que, a fin de evitar sobrecostes, han adquirido en alguna ocasión incluso vehículos de transporte de segunda mano para aumentar su flota. En relación al espacio interior, cabe decir que los muebles de oficina no sufren un gran deterioro, razón por la que su compra por parte de empresas ha ido incrementando a lo largo de los años. Si puede un camión, ¿por qué no una oficina?

Además, cabe destacar que la compra de mobiliario de segunda mano para oficinas es una de las opciones más plausibles para startups y emprendedores. Dado que su gran inversión se habrá dedicado a muchos recursos desde cero, como una apuesta frente a un futuro que se presenta prometedor, el mercado de segunda mano puede ayudar a desarrollar el ecosistema de trabajo de la futura empresa. Con un poco de mimo, atención al detalle y, en especial, consejo profesional, consiguiendo unos grandes resultados a bajo precio. Porque, a menudo, el futuro no siempre ha de presentarse precintado, sino con la experiencia de lo que ya ha sobrevivido al pasado.