Si te estás iniciando en el mundo de las inversiones pero no sabes dónde dirigir tus primeros pasos, quédate con nosotros. En este post vamos a presentarte una apuesta totalmente segura y que día a día está experimentado un importante auge, hablamos de las criptomonedas.
Aunque antes de nada, debes saber que para zambullirte de lleno en el universo bursátil, necesitarás una herramienta imprescindible con la que poder debutar y funcionar adecuadamente. Se trata del bróker, el intermediario que intercederá entre tú y tus inversiones facilitándote la vida. Gracias a sus conocimientos de mercado y sus contactos, te brindará una ayuda y un acceso del que nunca podrías disponer por cuenta propia
Existen muchos brokers en el mercado actual, desde tu banco de toda la vida hasta plataformas online que ofrecen todos los recursos necesarios para que tu inversión llegue a buen puerto.
Para contratarlos solo deberás tener en cuenta sus comisiones y su regulación. Para que vayas tomando nota, desde aquí te invitamos a visitar el enlace eToro comisiones.
Y ahora que ya estás bien armado, pasemos a la acción.
¿Qué son las criptomonedas?
Básicamente una criptomoneda es una moneda virtual que garantiza su titularidad y su seguridad mediante el uso de un cifrado criptográfico.
Este activo digital, es un sistema de pago que no está condicionado ni controlado por los sistemas tradicionales (Bancos, gobiernos, entidades financieras…)
Igualmente, están fundamentadas en la tecnología blockchain, una red de computadoras descentralizadas que registran todas las operaciones efectuadas en el pasado y las que se llevarán a término en el futuro, aportando una gran dosis de seguridad a cada transacción.
Cabe destacar que al no tratarse de monedas físicas, a la hora de guardarlas se recurre a los servicios de un monedero digital
¿Cómo funcionan los monederos digitales?
Los monederos digitales, realmente son aplicaciones que almacenan las claves que nos dan la propiedad y derecho sobre las criptomonedas, y nos permiten operar con ellas.
Existen dos clases de monederos:
- Los fríos: que no disponen de conexión a internet (monederos hardware y los monederos de papel).
- Calientes: Sí tienen conexión a internet (monederos de escritorio, monederos web, y monederos móviles).
¿Por qué es tan buena idea invertir en criptomonedas?
Ciertamente, las criptomonedas van cobrando popularidad y aceptación día a día. Veamos cuál es el motivo por el que reúnen tantos adeptos.
- Para comenzar, diremos que es una forma de inversión muy accesible, a la que cualquier persona puede tener entrada. Solo precisas de un dispositivo y una buena conexión a internet.
- En cuanto a seguridad, la tiene TODA, ya que la tecnología Blockchain en la que se basa no puede ser alterada ni vulnerada de ninguna manera. ¡Totalmente confiable!
- Por otra parte, al no precisar de terceros, es el medio ideal para poder enviar dinero de manera económica.
- Siguiendo la línea anterior, al no existir intermediarios, las operaciones que se realizan con ellas son rápidas y totalmente transparentes.
- Otro punto destacable es que tanto si el precio sube como si baja, los beneficios están garantizados.
- Igualmente, proporciona a quien las usa un gran anonimato, ya que todas las gestiones se realizan bajo seudónimos. ¡Son muy discretas!
¡Y por si aún no fuera suficiente!
- Son deflacionarias. Bitcoin y Litecoin han acotado la emisión de sus monedas digitales, por lo que su número está limitado.
- Además, al no depender de ninguna institución gubernamental, no facturan impuestos ni comisiones. ¿Quién da más?
Requisitos a considerar antes de adquirirlas
Para terminar, solo resta comentarte algunas pautas que se deben tener en cuenta antes de decidir su compra:
- Comprueba las normas de la plataforma con la que trabajes para protegerte de posibles incidencias.
- Verifica sus restricciones geográficas.
- Busca en internet el respaldo de las reseñas de usuarios que como tú han optado por invertir en criptomonedas. Estas estadísticas son de vital relevancia.
- Actúa siempre en consecuencia contigo mismo, no arriesgues más de lo que te puedas permitir. Haz un uso responsable de tu presupuesto.
- Por último, supervisa los métodos de pago.
Y dicho esto ¡A invertir!